Madrid

Si nunca visitaste el viejo continente, esta ciudad es ideal como punto de partida. ¿Por qué? Generalmente es el destino más económico para llegar desde Argentina y con más opciones de vuelos, ya que Aerolíneas  Argentinas, Air Europa o Iberia tienen vuelo directo a esta ciudad. Llegué con Air Europa directo desde Buenos Aires, 12 horas de vuelo y servicios y puntualidad excelentes.

 

 

Al arribar al aeropuerto de Barajas, tomé el bus que te lleva al centro de la ciudad, en mi caso bajé en Cibeles, y de ahí me tomé en un taxi al departamento que había alquilado (Barrio La Latina). Me salió 5 EUR el bus y 7 EUR el taxi, contra 30 EUR que salió el taxi desde el aeropuerto hasta el centro de Madrid (tienen tarifa única).

 

Para conocer lo básico y hacerlo tranquilo, te recomiendo estar como mínimo 5 noches, es una ciudad muy grande y con mucho por visitar. Yo estuve 7 noches y creo que me faltó tiempo.

Madrid es una ciudad tranquila, prolija, pareciera sin apuro para los que venimos de Sudamérica. Es bastante limpia por ser capital del país y tener más de tres millones de residentes de diferentes lugares del mundo, pero todas conviven en armonía. Posee muchas diagonales, calles estrellas así como grandes avenidas y bastante tráfico. Pero no es caótica, da placer caminarla y siéntate en sus “terrazas” a tomar algo. Las terrazas para los españoles son las plazas con mesas y sillas donde disfrutan de un tapeo con una caña (cerveza para nosotros). Los bares con mesas en las veredas y plazas dan vida a la ciudad.

 

Una de las plazas más importantes es la Plaza Mayor, es un cuadrado de edificios antiguos recientemente remodelados y posee en el centro una estatua de Felipe III. El edificio más importante es cede del Centro de Turismo. Todos los establecimientos están unidos por arcos que salen a las calles que la bordean y dan acceso a la misma. Cuando entra a la plaza da la sensación de entrar a un lugar a parte de la ciudad, como exclusivo. El más famoso de los arcos es el Arco de Cuchilleros, que da a la calle donde afilaban los cuchillos cuando la plaza era un mercado y se encontraba allí gran cantidad de carniceros. Disfruta sentándote en un bar a mirar la vida madrileña, o simplemente camina sobre ella y admira la estética y prolijidad de su entorno.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cerca de Plaza Mayor se encuentra el Mercado de San Miguel, lugar cerrado donde se pueden comer tapas de diferentes estilos y probar el jamón ibérico o de bellota. Aquí hay numerosos puestos donde venden tapas y tragos, algunos tienen mesas y los que no puedes comer en las barras de los costados. También hay cosas dulces y un puesto de frutas. Ideal para un almuerzo.

Puerta del Sol es otro de los puntos importantes de la metrópoli. Estación de subte, kilómetro 0 para las rutas españolas y lugar donde se encuentra la estatua El Oso y el Moroño, emblema de la ciudad. Hay números comercios alrededor y estás a pasos de la Gran Vía.

No debemos olvidar el Parque del Retiro y sus extensos espacios verdes que oxigenan la ciudad. Tampoco olvidemos los barrios famosos que posee, como son los de Malasaña, Chueca y Las Letras, por nombrar algunos. Caminar por la Gran Vía en parte es sentirte en Broadway por un rato, aquí hay espectáculos de nivel internacional además de numerosas tiendas y restaurantes. Y para terminar, sus museos son las estrellas en este lugar, capaz de hacernos perder un día entero dentro de ellos.

 

 

Madrid tiene numerosos atractivos que te contaremos en otros artículos, pero en lo personal, creo que su mayor atractivo es la ciudad en sí mismo: caminar, admirar sus edificios, sus monumentos, sus fuentes y, por qué no, su gente también, Sentarse en una terraza a comer una rica paella, degustar un chocolate, tomar un aperitivo con tapas al atardecer y recorrer sus calles sin prisa da satisfacción y es, en mi opinión, lo que hace de Madrid una ciudad fantástica.