Casa Mila (La Pedrera)

 

A comienzos del 1900 Barcelona crecía con vehemencia y el Paseo de Gracia no era ajeno a eso. En la avenida se comenzaron a construir numerosas casas y palacios, teatros, cines y restaurantes. Los más adinerados de la ciudad querían tener su casa aquí y el matrimonio de Pere Milà y Roser Segimon no fue la excepción. Ambos compraron el terreno de 1835 metros cuadrados y encargaron la obra a Antoni Gaudí.

 

 

En el piso principal del edificio se instalaría la familia Mila-Segimon y el resto sería para alquilar. Varias personas reconocidas y de la alta clase pasaron por aquí, entre ellos un cónsul argentino: Alberto Gache. Su presentó problemas tanto legales como financieros, al punto que Gaudí terminó en un juicio con la familia para poder cobrar el total de sus honorarios. Pero nada lo detuvo en cuanto a diseño, planificación y solución de problemas estructurales, como ya dije que era fanático de esto. Aquí, además de lo anterior, también quería satisfacer las necesidades de la vida moderna, haciendo ambientes grandes y muy luminosos.

 

 

Actualmente, se puede ingresar a uno de sus departamentos que están ambientados en la época (fue construido entre 1906-1912) y conocer su cocina, su escritorio, sus habitaciones y sus baños, todos los ambientes espaciosos y muy luminosos, a mi entender es lo más lindo del edificio. La luz entra de ambos lados: uno que da a la calle y el otro al patio interno pero con mucha luz natural. Podes subir a la terraza que también está diseñado de forma muy particular, en diferentes niveles siempre teniendo en cuenta la naturaleza. Y por último, podes ir al desván en donde un ambiente que simula ser el interior de una ballena te deja sin aliento. Antiguamente era el lavadero comunitario pero hoy alberga la Exposición Gaudí. Todo el edificio da la sensación de ambientes muy amplios, mas parecidos a una casa que a un departamento. Y también se siente moderno, eso es lo confuso, no te sentís en un edificio antiguo que fue diseñado hace más de 100 años, sino todo lo contrario, hasta me dieron ganas de alquilarlo!

 

 

Y hablando de modernidad y la solución de problemas, la Pedrera cuenta con un garaje para los carruajes y autos, algo que ningún edificio tenía hasta ese momento. Sin dudas, un visionario Antoni. Por último, sus rejas en hierro, tanto de los balcones como de la puerta de entrada le dan una distinción entre sus vecinos.

 

 

Aquí también llegué caminando desde donde estaba alojada y compré la entrada en el lugar, 25 euros. Pero también puedes contratar alguna excursión con el recorrido por las obras de Gaudí, acá podés verlas. El recorrido por el edificio no lleva más de una hora, dependiendo de cuánto te quedes en cada lugar, y recomiendo hacerla, además de la Sagrada Familia, ya que tendrás una visión más amplia de la obra de Gaudí, viendo un edificio de viviendas y uno religioso, con temáticas totalmente diferentes pero siempre con el espíritu y los conocimientos de él. Esta obra en particular le trajo muchos problemas, tanto legales como financieros, y fue objeto de numerosas burlas y sátiras de la época, en el lenguaje actual diríamos que hubo varios memes al respecto. Así que te dejo la inquietud si visitas Barcelona, ​​para que no creas que aquí solo hay playas y fiestas.