Una isla con encanto

Ischia

Si estás en Nápoles visitar esta isla es una experiencia que te encantará. Puedes visitarla en excursión, combinarla con otras islas o simplemente tomándote un ferry y caminarla por tu cuenta. Sus paisajes, su centro pintoresco y sus playas no te decepcionarán. Ojo, también tiene termas, ideales para aprovechar si vas en invierno o primavera. Vamos a recorrerla?

 

 

Ischia es la isla más grande del archipiélago napolitano y está a solo una hora aproximadamente de Nápoles, dependiendo del ferry que tomes. Es famosa por su Castillo Aragonés, por sus paisajes que irradian belleza y por sus playas. Realmente vale la pena hacer una visita si te encuentras por esta zona. Y también vale la pena quedarse unos días si es que tienes tiempo.

 

 

Visité la isla desde Nápoles ya que mi mamá tiene una amiga de la adolescencia viviendo ahí. Creo que si no hubiera sido por eso no se me hubiera ocurrido visitarla. Desde esta ciudad hay varias opciones para llegar hasta allí, está la excursión en el día a la isla o la que combina Ischia con Procida, otra isla cercana y muy interesante también. La otra opción es visitarla por tu cuenta tomándote un ferry desde la estación Beverello, la más céntrica de la ciudad. Eso hicimos nosotros. Llegamos caminando hasta ahí (estábamos alojados cerca de la galería Umberto I), compramos el ticket en el momento, esperamos un rato y embarcamos.El ticket también lo puedes comprar on line, en nuestro caso se nos hizo tarde el día anterior y ya no te dejaba hacerlo por la web, así que fuimos directamente. Compramos el ticket en Alilauro Spa, nos costó 36 EUROS ida y vuelta y tardó 50 minutos. Pero en la terminal hay muchas empresas de ferrys y aliscafos que puedes elegir de acuerdo a la disponibilidad del momento y los precios. Igualmente te recomiendo que si vas en verano comprimir el ticket con anticipación vía web, ya que la demanda suele ser alta. Puedes usar la web de Omio para comprar las entradas, acá te dejamos el enlace con EUR 10 de descuento!

 

 

Una vez llegados a la isla, puedes hacer todo caminando sin problemas. O por lo menos lo más característico. Te cuento lo que hicimos nosotros.

Caminamos por el centro que es realmente muy pintoresco, de los más lindos de Italia. Tiene calles empedradas, casitas bajas y pintadas de blanco, muchos árboles y flores que le dan un color divino a la ciudad. Hay bares, restaurantes, casas de ropa y souvenirs, etc. Es para caminar tranquilos, sin apuro y disfrutando del entorno. Nosotros almorzamos en el Café Vittoria que tenía platos principales, paninos (o sándwiches), aperitivos, café y helado. Además, sus postres y su pastelería eran increíbles. Te lo recomiendo si estás por aquí.

 

 

Luego del almuerzo seguimos caminando hasta el Castillo Aragonés, la principal atracción de la isla. La primer fortaleza data del año 474 A. de C. pero fue reconstruido en 1441 por Alfonso de Aragón, el cual lo unió a la isla más grande por un puente artificial. Allí se refugió todo el pueblo de los ataques piratas ya que construyó poderosos muros y fortificaciones. Su mayor esplendor fue en el siglo XVI cuando llegó a tener 1892 familiar y cerca de 13 iglesias. Luego, los habitantes se fueron yendo hacia la isla de Ischia en donde pueden cultivar tierras y ocuparse de la pesca. En 1.893 el rey de Nápoles terminó de expulsar a los últimos habitantes y transformó el castillo en una cárcel que albergaba a los condenados a cadena perpetua.La carcel se cerró en 1860, cuando Ischia se unió al Reino de Italia y los propietarios actuales están desde 1911.

 

 

Si lo ves desde lejos parece un castillo construido en lo alto de una montaña en medio del mar. Pero está unido a la isla a través de un istmo de piedra que construyó Alfonso V de Aragón. Puedes llegar hasta la puerta caminando gratis y si quieres puedes entrar a conocerlo. La entrada cuesta 12 EUROS y el recorrido lo haces por tu cuenta. Obviamente es todo subido porque lo más lindo está arriba, que es la vista a todo el mar y la costa del pueblo de Ischia Ponte. La caminata también es amena, al ir solo lo puedes hacer a tu ritmo, y caminar dentro del mismo es parte de la aventura. Asimismo, si no puedes caminar hay ascensores que te lleven a la cima, debes pedir la autorización cuando saques el ticket de entrada.

 

Ya en al cima, puedes obtener vistas a toda la bahía, el mar contrasta con el verde de las montañas y genera un cuadro perfecto. Contemplar la vista, dejarse invadir por ese paisaje de tanta belleza y respirar profundo, eso debes hacer aquí. Luego, puedes visitar las diferentes secciones que tiene y que están explicadas en el folleto que te dan a la entrada (pedilo en tu idioma).

 

 

La parte que más me llamó la atención y la menos linda fueron las habitaciones donde torturaban a las monjas.

 

Arriba hay un bar en donde puedes tomarte un trago y terminar la visita de manera perfecta. El bar combina con el entorno y hace que te sientas en el paraíso. Un Aperol aquí tiene el saber bien italiano.

 

 

Cabe destacar que la isla es famosa también por sus aguas termales. Nosotros no la visitamos pero si vas con tiempo es recomendable. Los más famosos son Los Jardines Termales de Poseidón, que poseen diferentes piscinas con distintas temperaturas, cascadas, senderos en medio del bosque, spa y algunos accesos a playas privadas. También hay muchos hoteles que tienen piscinas y spa para relajarse y disfrutar de los beneficios de estas aguas, por lo que son una opción ideal si te puedes quedar unos días aquí.

 

Ischia es una isla grande, más que Capri o Procida, por lo que puedes ir en auto si quieres (en el ferry), o alquilar uno allí. También puedes alquilar motos o bicicletas. Pero ten presente que hay mucho tráfico, los italianos son medios desordenados a la hora de manejar y en temporada alta suele haber mucho tráfico. Caminar para mí es la mejor opción, y usar el transporte público si lo necesitas. Más allá de cuando la visites o cómo, esta isla te deja encantado y con una sensación de paz interior.

 

 

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